MISTERIO DE INIQUIDAD

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INTRODUCCIÓN

CIENCIA, CONCIENCIA Y SUGERENCIA

Después de Pentecostés, la Iglesia estuvo oficialmente fundada para darle el toque sobrenatural que la caracteriza Hace 1888 años de aquel acontecimiento donde el Espíritu de Dios inundó a los Apóstoles de sus Siete Dones, que hicieron posible la difusión del Cristianismo, en el cual la naturaleza caída de la humanidad fue rescatada por la Sangre y el Sacrificio de Jesucristo y los Dones del Espíritu Santo.

Los hombres que han decidido seguir sus propias opiniones haciendo oídos a las sugerencias del demonio, han creado con esa postura nuevas doctrinas que cuestionan con un concepto controvertido y novedoso las creencias establecidas por el Espíritu Santo y la Iglesia Católica.

La etimología de la palabra hereje proviene del latín haereticus, que a su vez procede del griego hairetikos, que significa "libre de elegir".

Las primeras herejías cristianas fueron el Simonianismo, de Simón el Mago, que ofreció a San Pedro pagar por obtener el poder de transmitir el Espíritu Santo, obedeciendo a una sugerencia de la antigua serpiente; el Montanismo, el Cristianismo Judaizante y el Gnosticismo, dirigidas contra los dogmas cristianos establecidos.

Todas las herejías combaten las creencias, las enseñanzas, los dogmas de la Santa Iglesia, los Santos Evangelios, la Tradición y el Magisterio, y están en desacuerdo con las costumbres establecidas por la Iglesia Católica; van directamente contra el dogma católico y rechazan la Divinidad de Cristo y gran parte de los Sacramentos.

¿Ahora entienden de dónde provienen estos ataques?... Exacto: del odio y rencor de Satanás que quiere destruir desde un principio la Iglesia de Aquél al que no quiso servir: "Non Servíam" es su divisa. Los herejes; para no ser perseguidos, se convirtieron en grupos reservados o secretos para permanecer en el anonimato y son el origen de las sectas masónicas modernas, que básicamente son el grupo jurado contra la Iglesia Católica.

A las herejías contra Jesucristo se les conoce como Herejías Cristológicas. Con los concilios de Nicea (325) y Constantinopla (381) quedó fijada la ortodoxia Cristiana convertida en Religión Oficial del Imperio por el Edicto de Tesalónica (380). Las resoluciones de estos concilios ecuménicos dieron como resultado el Credo Niceno- constantinopolitano donde se recogen con exactitud los principales dogmas de la Iglesia.

En el cristianismo no hay verdades reveladas a algunos y reservadas a otros. Ni el Papa tiene conocimientos ocultos, privativos o especiales, como ofreció el Gnosticismo durante los dos primeros siglos de la Iglesia.

La contaminación Gnóstica que llego hasta el Medioevo tenía elementos de otras religiones y cultos paganos, judaísmo y cultos orientales, así como ideas filosóficas y místicas que prometían alcanzar "estados superiores del ser".

Desde entonces el Gnosticismo ha derivado en tantas variantes, como el Docetismo -que negaba la Humanidad verdadera del Verbo Encarnado-, el Mandeísmo y el Maniqueísmo

-que creían en la dualidad del bien y el mal, que se encuentran en lucha permanente-, y hasta el día de hoy, la New Age -donde Jesús, Buda y muchas figuras religiosas habían sido enviadas a la humanidad para ayudarla en su liberación espiritual-.

En el Medioevo las más importante de todas las herejías que implicó un grave peligro para

la unidad de la Iglesia fueron los Albigenses y Cátaros, herederos de los movimientos dualistas del Maniqueísmo, admirados en la actualidad -por ignorancia- y convertidos en "paladines de la libertad de conciencia por la Masonería y en contra de la opresora Iglesia Medieval".

El Wyclifismo -de Juan Wyclef (1320-1384), es el padre espiritual de los Husitas y precursor de la Reforma Protestante- y representó la ruptura total con la Iglesia, ya que afirmaba que existía una relación directa entre los hombres y Dios, sin la intromisión de la Iglesia, poniendo en evidencia la sugerencia del demonio en su intelecto.

Estas ideas influyeron en el fundador de otros gran- des movimientos de la época. El Husismo, fundado por Juan Huss (1370-1415) en el siglo XV, que mantenía una posición muy crítica frente al poder eclesiástico; el Luteranismo, que se caracteriza por creer que la Fe justifica al hombre, rechazan- do el Magisterio de la Iglesia, y el Calvinismo, que defiende la doble predestinación y la salvación por la Fe con un tinte de imponer su voluntad sobre las enseñanzas de la Iglesia, ideas sugeridas por el "portador de la luz".

A grandes saltos y decenas de herejías patrocinadas por el amor del hombre a sí mismo, llegamos al Renacimiento donde todas estas rebeliones contra Dios rindieron el fruto maligno del paraíso y se instaura el Antropocentrismo, haciendo a un lado a Dios del centro de la vida cristiana o Teocentrismo.

Este movimiento intelectual desarrollado en Europa durante los siglos XIV y XV, rompieron las tradiciones escolásticas medievales, exaltando las cualidades propias de la naturaleza humana para darle un sentido racional a la vida.

Todas las herejías acumuladas durante siglos, distrajeron el pensamiento europeo por las novedades filosóficas y las posturas antimedievales, donde los dardos más finos fueron lanzados contra la Escolástica que es una corriente teológica medieval que utilizó parte de la filosofía grecolatina para comprender la Revelación del cristianismo tras la Patrística de la antigüedad tardía, y se basó en la coordinación entre Fe y razón, subordinando la razón a la Fe: predominó la Escolástica en las escuelas catedralicias que dieron lugar a las universidades medievales europeas, entre los siglos XI a mediados del XV.

Las corrientes filosóficas grecolatinas, árabes y judaicas señalaron una excesiva dependencia del argumento de autoridad y para sus adversarios significó un descuido de las Ciencias y el Empirismo.

También era la Escolástica un método de trabajo intelectual que debía someterse al principio de autoridad, teniendo a la Biblia como principal fuente de conocimiento que, para adaptarse a un riguroso sistema lógico, fomentó el Racionalismo y la especulación.

La Alta Escolástica o "la edad de oro" estuvo marcada por un renacimiento de la antigua filosofía clásica reinterpretan- do el pensamiento aristotélico, y es el resultado de la unión del pensamiento filosófico y del pensamiento teológico, para comprender y explicar la Revelación sobrenatural del Cristianismo.

En la orden Dominica predominaba el pensamiento tomista mientras que en la Franciscana aún predominaba el agustino. Estas dos corrientes han prevalecido hasta hoy dentro de la espiritualidad cristiana.

Hay quienes han querido enfrentar a estas dos miradas y han llegado a concluir que Marta y María, siempre van juntas. Me refiero al pasaje del Evangelio de San Lucas (10:25-37 y 10:38-42), después de la parábola del Buen Samaritano. Jesús visita la casa de Lázaro, Marta y María de Betania: "Cuando Jesús y sus discípulos iban de camino llegaron a un pueblo donde una mujer llamada Marta le abrió su casa. Tenía una hermana llamada María, quien se sentó a los pies del Señor escuchando lo que Él decía Pero Marta estaba ocupada con las tareas que tenían que ser hechas. Vino a Él y le preguntó: "¿Señor, no te importa que mi hermana me ha dejado todo el trabajo a mi sola? Dile que me ayude"

"Marta, Marta, el Señor contestó, "Estas preocupada y molesta por muchas cosas, pero sólo una cosa es necesaria, María ha escogido lo que es mejor, y no le será quitado".

Así queda zanjado el asunto de ¿qué es más importante, la mística contemplativa o la actividad febril? tal parece por el Evangelio de Lucas que la escucha de la Palabra es más importante que el servicio al prójimo. Pero Jesús se refiere a que María ha escogido la escucha al servicio, por una razón: ahí estaba Cristo... ¡Pero Marta y María "siempre van juntas"! Esto es sólo un ejemplo del centralismo de Dios en el pensamiento y la vida del hombre antes del Renacimiento.

Éste es el pensamiento que rompió las tradiciones escolásticas medievales, exaltando las cualidades propias de la naturaleza humana, pretendiendo descubrir al hombre y dar un sentido racional a la vida. Tomando como maestros a los clásicos griegos y latinos, cuyas obras redescubrió y estudió, priorizando la razón humana por sobre la Fe, y elevó al hombre como centro del Universo.

Al colocar al ser humano como centro de su interés, el Humanismo, como ideal de la cultura humana, pone énfasis en el valor y las acciones de los seres humanos, -individual  y colectivamente- y prefiere el pensamiento individual y la evidencia sobre las doctrinas establecidas por la fe religiosa.

Así pues, entre la razón y la Fe, de la Filosofía y la Teología, la razón adquiere un valor supremo. Y la gloria en el mundo terrenal se vuelve a apreciar como virtud, desplazando a Dios por el hombre.

Una de las figuras más reconocidas del Humanismo Renacentista fue sin duda Erasmo de Rotterdam nacido en 1466, entró en el monasterio de los Canónigos Regulares de San Agustín en el cual se practicaba la "Devotio Moderna" o sea la escuela de Guillermo de Ockham (1285-1347), que se distinguía de la "antigua" que era la Escolástica.

Esta espiritualidad es marcadamente Cristocéntrica, es decir la Humanidad de Cristo es el eje de la vida espiritual y se concreta a imitar a Jesucristo en su faceta humana y emocional, lejos de las abstracciones de la Teología Escolástica.

La Devotio Moderna se relaciona con el Humanismo Cristiano, es una mezcla de Humanismo y Cristianismo, que recomendaba una actitud mucho más individual hacia las creencias y la religión, siendo Tomás de Kempis el máximo exponente del Humanismo Cristiano. Su libro la Imitación de Cristo, escrito en 1425, ha influenciado a los ascetas cristia- nos del mundo, católicos y protestantes.

Sin embargo, en el siglo XVI empezó a decaer hasta desaparecer por completo. Algunos historiadores, culpan de este declive a su escaso espíritu apostólico y a su piedad indi- vidualista, que daba poco espacio a la Iglesia como Cuerpo Místico de Cristo.

La crisis intelectual que acarreó la Devotio Moderna, llevó a la humanización de la religión y acabó desembocando en el ancho rio de la herejía protestante y cuyas consecuencias las vemos con el triunfo del Modernismo en lo litúrgico y lo doctrinario, producida por la soberbia de la razón y el arrinconamiento de la Teología.

Esta ruptura entre Fe y razón hace patente a un Dios inaccesible, profundidad abisal anchura incomprensible, largura eterna, silencio sombrío; así piensan los deístas. El abandono de la especulación Escolástica dejó su lugar a la observación y experimentación olvidando las normas litúrgicas antiguas. Así, la sabiduría se resumió en experiencia personal o comunal; lo vital desplaza a segundo lugar a la doctrina.

La Devotio Moderna preparó la secularización de la Iglesia y de algún modo el Protestantismo en su férreo intimismo individualista.

La obra de Erasmo desempeñó un papel muy destacado en el desarrollo del Humanismo alemán y de los países Bajos, y en la formación de importantes personajes de su tiempo, como Desiderio Erasmo, Nicolas de Cusa, Juan Gerson, Rodolfo Agrícola y Martín Lutero, que pareciera viviesen sin necesitar de la Esposa de Jesucristo y establecer prácticas piadosas que desconocen la Gracia Vivificante de la Iglesia.

Y al parecer buscaban "una Iglesia según los Ángeles y un Absoluto colindante con la nada total, dejan en el espíritu un vacío de autoridad perfectamente adecuado para el asalto de todas las concupiscencias".

El principal objetivo del Humanismo fue recuperar las disciplinas que provenían de la antigüedad clásica y de la filosofía grecolatina para formar un nuevo hombre, y un nuevo mundo enfocándose en el hombre por el hombre.

De esta forma suave y lenta a través de los siglos, el demonio metió la cola para estimular el intelecto soberbio del hombre y enfrentarse y destruir en el presente la Iglesia fundada por Jesucristo, dejando a los hombres desposeídos de la recta doctrina y darle fundamento a la Civita Terrenae donde domina Mammón (el dinero) en representación de Satanás.

RACIONALISMO, RELATIVISMO Y AVATAR 2045

El Humanismo abrió las puertas para todas las aberraciones del espíritu y surgieron en los siglos XVII y XVIII, corrientes filosóficas que acentuaron el papel de la razón en la adquisición del conocimiento.

Para Santo Tomás de Aquino(1225-1274) no hay conflicto entre razón y Fe, sino sólo armonía, porque hay verdades que son a la vez de razón y de Fe, por ejemplo, la inmortalidad del alma, la existencia de Dios. La razón y la Fe son dos caminos para llegar a la misma Verdad.

Pero el Humanismo y el auge del Individualismo hacen a un lado la Fe como el asentimiento que el entendimiento otorga a la verdad sin que ésta sea consecuencia de la evidencia; luego, hacen a un lado el carácter meritorio que tiene el acto de Fe.

La razón, por su parte, se fundamenta en la evidencia. En la Encíclica Fides et Ratio (1988) Juan Pablo II define la Fe y a la razón como dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad.

El Racionalismo ya sin el ala de la Fe no se pronuncia con respecto a la existencia de Dios y rechaza cualquier creencia basada solamente en la Fe y la autoridad de Dios. Así pues, la Fe es vista como perniciosa con respecto a la razón, como si aquella impidiera la habilidad de pensar.

Los apologistas alegan que la Fe es una condición necesaria a la razón y que el mismo concepto de "prueba," demuestra la Fe, y a así la Fe es la cosa más razonable que hay...

"Ahora bien, la Fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve" (Hebreos 11:1).

A esta postura filosófica se le une otra que niega la existencia de la Verdad Absoluta y que sostiene que el conocimiento humano es relativo, subjetivo e incapaz de ser objetivo ya que está influenciado por la historia y otros preconceptos.

Para el Relativismo, el concepto del bien y del mal absolutos es independiente de las circunstancias concretas.

"Nada es verdad y nada es mentira; todo es según el color del cristal con que se mira", todo es relativo parece ser un mensaje del sentido común.

En el campo de ciencia, la Teoría de la Relatividad vino a dar el golpe de gracia: con su mero nombre transformó el espíritu de los tiempos.

Relativismo es afirmar que en los negocios humanos tanto valen unas conductas como otras. Esta conclusión viene desde antiguo ya que los sofistas griegos decían: "Nada es mejor que nada, simplemente es distinto".

En este juego de ir atentando contra la doctrina de la Iglesia Católica, nada más pernicioso que el Relativismo que es un permiso para poner en la picota cualquier verdad ética o moral a la que considera que depende del contexto, las costumbres, leyes, ritos y nociones del bien y del mal, y que no puede juzgarse según parámetros inmutables.

Con la difusión de este punto de vista la sociedad estaba siendo preparada para la incursión del Materialismo. El Materialismo es la doctrina filosófica que postula que la materia es lo primero. El Materialismo afirma que todo lo que existe es material y que la conciencia sólo es consecuencia de un estado altamente organizado de aquella.

El Materialismo también sostiene que la materia no ha sido creada de la nada, sino que existe desde la eternidad.

El Materialismo solo es una reedición de la doctrina materialista de Heráclito de Éfeso (530-470 a. C.) que sostenía la existencia de la eternidad del mundo. Desarrollo más profundo de esta doctrina materialista lo tenemos con Demócrito de Abdera (460-370 a. C.) que promovió la Teoría Atomista de la Estructura de la Materia.

Al Materialismo lo secunda el Darwinismo que es una teoría biológica que trata de explicar el origen de las especies naturales mediante el concepto de evolución o transformación de una especie en otra superior, a través de variaciones hereditarias De ahí viene el mito -ahora un dogma- de que "Los seres unicelulares primigenios de acuerdo con las teorías del Darwinismo dieron lugar a organismos más complejos, tales como los seres unicelulares aeróbicos, seres pluricelulares, los reptiles, hasta llegar al hombre"

En esta versión del origen del hombre el ser humano no ocupa ningún lugar privilegiado dentro del mundo vivo.

Como "Darwinismo Social" se han calificado ideologías, mucho más contrapuestas, que defienden el Socialismo de Estado, la Competencia, el Capitalismo, el Nacionalismo, el Autoritarismo, la Eugenesia, el Racismo y el Imperialismo.

Después de la Segunda Guerra Mundial estas ideas se han desacreditado por el creciente consenso científico, ya que carecen de fundamento. Y solo los ilusos sin rigor científico "creen" todavía en el Darwinismo.

Todas estas ideas tienen el común denominador del Racionalismo que fue la idea madre para provocar un alud de posiciones ideológicas que desembocaron en el Marxismo, que es un sistema filosófico, político y económico basado en las ideas de Karl Marx (1818-1883) y de Friedrich Engels (1820-1895), que rechaza el capitalismo y defiende la construcción de una sociedad sin clases y sin Estado.

El Materialismo Histórico es un marco conceptual marxista para concebir y reescribir la Historia y explicar las revoluciones políticas y sociales haciendo a un lado la visión "burguesa" de la historia basada en las ideas de los "grandes hombres".

Marx y Engels creían que el desarrollo revolucionario de las fuerzas productivas bajo el Comunismo, haría posible que todas las necesidades humanas fueran satisfechas pres- cindiendo de la sociedad entre clases, que en teoría explica la lucha de clases por la existencia de conflictos sociales, y de cuyas tensiones dinámicas surgen los cambios históricos. En esta lucha de clases, planteada por el Marxismo, se ve la intención frontal del demonio ya que él es el origen de toda división; romper la "unidad" es su estrategia y divide a los hombres en bandos irreconciliables de los cuales hemos visto el resultado fatal en las naciones.

El Liberalismo clásico, esgrime políticas contrarias al poder absoluto y opuesto a los privilegios legales que detentaban los aristócratas. Karl Popper (1902-1994) vino a echar por la borda al Marxismo al hacer una crítica social en su vigorosa defensa de la democracia liberal, y califica al marxismo de "un gran fraude intelectual".

Los materialismos nos ofrecen a cambio de nuestro Manjar Teológico que es Cristo mismo, un triste bocado de superstición y mitos antropocéntricos; es decir, una vida limitada y gastada en concupiscencias humanas por el gran Banquete de la Eternidad... Este es otro gran fraude de la Élite que nos arrebata lo más por lo menos.

"Después del niño ahogado, tapan el pozo". Para desmontar el Marxismo utilizan a un racionalista hijo del liberalismo revolucionario, Karl Popper, que sólo obedece al cambio de planes de la Revolución Mundial, para implantar un nuevo concepto político-económico para la dominación del mundo: El globalismo Neoliberal que aceleraría los planes de la hoja de la Ruta de los Diálogos de Ginebra.

El terreno (el mundo) fue calentado con la Reingeniería Social e Ideologías para desmantelar por completo los reductos de nacionalistas y creyentes a través del feminismo, el aborto, la ideología de género, que encontró en magnates de la talla de Bill Gates, Warren Buffet y George Soros los elementos de ambición, poder y dineros necesarios para poner en marcha el camino hacia la Globalización.

El poder corruptor del dinero compró las con- ciencias de muchos que en puestos claves para el cambio, han contribuido

con su entusiasmo para dictar leyes obligatorias por medio de organismos internacionales como el FEM, BM, y la ONU, al obligar a los Estados a acatar las decisiones de un pequeñísi- mo grupo de magnates denominados como la Élite.

Esta Élite tiene por encima otra Élite que son los Financieros para el Cambio.

Esta Élite Financiera fue la que en el Foro de Davos 2021 dio el banderazo para la etapa final del dominio global: los planes conocidos como Agenda 2030 y Proyecto Avatar 2045.

El resultado de todo este coctel filosófico en la historia es, sin duda, la realidad que estamos viviendo en el mundo. Olvídense del Socialismo Marxista. Esta bebida está fabrica- da en la coctelera de la aventura , la mentira y el pretexto es un Neoliberalismo Globalista que, con la ayuda tecnológica del momento, ha desarrollado la manera de reducir la población con el objeto de conservar los recursos naturales para la nueva Élite Tecnológica que se prepara para dominar en un mundo post-ideológico y que pretende convertir a los humanos en seres avanzados llamados "avatares".

Su producción en serie ha echado mano de la industria automotriz para acelerar su proceso, y se calcula que, en 2021, ya cuenten con un cuerpo artificial al que le hayan transplantado un cerebro humano. A toda esta locura tecnológica se le denomina Transhumanismo.

¿Cómo es que hemos llegado tan lejos? Está claro que mientras lidiábamos con las ideas de la Reingeniería Social, las Logias Tecnológicas ya habían avanzado con sus planes futuristas.

¿Pero cómo, si el mundo todavía está enfrascado en el enfrentamiento entre civilizaciones?... Esto sólo es una depuración poblacional que aunada al Covid-19, les garantiza el recorte poblacional imaginado y pronto los conflictos del pensamiento religioso se verán zanjados por una imposición religiosa universal en que los jerarcas de todas las confesiones estarán de acuerdo.

Estamos en la era del Transhumanismo donde la migración del humano en posthumano tiene tantas aristas como los principios que los sustentan.

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